El tema de la salud mental se encuentra todavía rodeado de prejuicios y desconocimiento, especialmente en lo que refiere a su prevención.
Muchas personas consideran que los trastornos psiquiátricos son una especie de destino ineludible, heredado genéticamente o propiciado por un evento traumatizante, sobre el cual no queda hacer nada más.
Lo anterior lleva a que los pacientes con algún desequilibrio mental sean constantemente estigmatizados y discriminados, infringiendo incluso sus derechos humanos.
Lo cierto es que, como cualquier otro tema de salud, las enfermedades de tipo mental pueden también prevenirse. A continuación, conoceremos algunas maneras de cuidar la salud mental.
Un problema en crecimiento
En los últimos cincuenta años, el número de pacientes psiquiátricos se ha disparado. Se estima que una de cada cuatro personas a nivel mundial padece algún tipo de trastorno mental. Entre ellos, el grupo más vulnerable son los jóvenes.
Según cifras de la OMS, aproximadamente un 20% de la población juvenil ha sido diagnosticada con algún padecimiento de esta índole, en casi la mitad de los casos, los síntomas se presentan antes de los catorce años. El grado de incidencia es tal, que el suicidio se ha convertido en la segunda causa de muerte entre los 15 y 29 años.
El 78% de los suicidios que ocurren año con año, tienen lugar en países en vías de desarrollo, donde las posibilidades de prevención y tratamiento son muy reducidas. Se estima que en los países de ingresos bajos existen 0.05 psiquiatras por cada 100, 000 habitantes, mientras que en los países de ingresos altos la cifra asciende al 8.5%.
Las causas que disparan los trastornos psicológicos son amplias y variadas, abarcando desde desajustes hormonales, pasando por el consumo de alcohol y drogas, hasta factores externos y ambientales, como el clima y las catástrofes naturales.
La prevención como tema social
En el año de 1998 la Organización Mundial de la Salud sentó un precedente al publicar un documento sobre la prevención primaria de los trastornos mentales, neurológicos y psicosociales. En este texto se pone énfasis en la relación de los trastornos mentales con las violaciones a los derechos humanos, el estigma y la discriminación.
Desde entonces, el tema se ha ampliado en círculos científicos, impactando otros rubros, como el político, pues la prevención de la salud mental, de acuerdo a dicha perspectiva, va estrechamente ligada al trabajo social en escuelas y centros de atención ciudadana.
En la salud mental, más vale prevenir
Para la OMS es importante apoyar socialmente a los grupos vulnerables antes de que los trastornos mentales aparezcan. Por ejemplo, el trabajo psicosocial en escuelas, la mejora en la nutrición, el cuidado en la calidad del ambiente y la vivienda, así como el apoyo tanto social como económico tras un desastre natural, conflicto armado o alguna otra situación de riesgo.
Los programas sociales para grupos vulnerables como lo son las madres solteras, las personas víctimas de la violencia familiar, grupos geriátricos, personas con discapacidad o grupos minoritarios; son una herramienta efectiva de prevención.
Conductas sencillas para prevenir los trastornos mentales
Todo comienza con una buena alimentación. Diversos estudios han demostrado que el consumo de vitamina B y los ácidos grasos Omega 3 contribuyen a preservar las funciones cognitivas y evitar el desarrollo de trastornos mentales. Los efectos antiinflamatorios del Omega 3 promueven la neurogénesis y la neuroprotección, especialmente en el caso de la depresión
El ejercicio ayuda también a la buena circulación sanguínea en el cerebro. Así mismo, la realización de ejercicios de memoria y socialización contribuyen a mantener las funciones neuronales en buen estado.
Otra manera de evitar la aparición de síntomas de trastornos mentales es el realizar ejercicios de relajación y meditación, así como el trabajo de terapia tras situaciones límite y traumatizantes. No se mantenga aislado, visite grupos de apoyo y participe en actividades sociales.
Ante todo, la mejor medida de prevención es mantener una actitud positiva y externar las emociones cuando sea necesario. También es importante identificar los primeros síntomas de trastornos mentales y acudir cuanto antes al especialista.
Recordemos que la salud mental no se limita a la mera ausencia de trastornos psicológicos, sino que involucra un estado completo de bienestar físico y emocional, el cual tiene sus repercusiones últimas en la salud mental plena.
Fuentes:
Cooper B (2002). Pensando cómo prevenir la demencia. Publicación Internacional de Psiquiatría Geriátrica, 17:895-906.
OMS (2004b). Promoviendo la salud mental: conceptos, evidencia emergente, práctica: informe compendiado. Ginebra, Organización Mundial de la Salud.
OMS (2001b). El informe sobre la salud en el mundo 2001: Salud mental: Nuevo entendimiento, nueva esperanza. Ginebra, Organización Mundial de la Salud.
OMS (2002a). Prevención y promoción en salud mental: evidencia e investigación. Ginebra, Departamento de Salud Mental y Adicción a Sustancias.
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